El pasado jueves, 10 de abril de 2025, los pescadores del Port de la Selva vivieron una experiencia inusual al capturar accidentalmente un tiburón peregrino (Cetorhinus maximus) de más de siete metros de longitud y más de tres toneladas de peso. Este ejemplar, perteneciente a una especie protegida y en peligro de extinción, quedó atrapado en las redes del barco pesquero y, lamentablemente, murió al enredarse aún más al intentar liberarse.
¿Qué es un tiburón peregrino?
El tiburón peregrino es el pez más grande del Mediterráneo y el segundo más grande del mundo, después del tiburón ballena. A pesar de su imponente tamaño, es completamente inofensivo para los humanos. Se alimenta filtrando plancton y pequeños peces a través de sus branquias mientras nada con la boca abierta cerca de la superficie. Su presencia en aguas superficiales lo hace susceptible a quedar atrapado en redes de pesca, como ocurrió en este caso.
¿Por qué ocurren estas capturas accidentales?
La captura accidental de especies protegidas como el tiburón peregrino puede deberse a varios factores:
- Pesca no selectiva: Las redes, utilizadas comúnmente en la pesca artesanal, no discriminan entre especies, lo que puede llevar a capturas no deseadas.
- Cambios en el ecosistema: El calentamiento de las aguas y la contaminación marina pueden alterar los patrones de comportamiento y migración de especies como el tiburón peregrino, llevándolos a zonas donde no suelen encontrarse.
- Desorientación: Según expertos locales, es inusual que estos tiburones se acerquen tanto a las embarcaciones, lo que sugiere que el ejemplar capturado podría haberse desorientado.
Colaboración y conservación
Tras la captura, los pescadores decidieron regresar al puerto, a pesar de perder la pesca del día, la red y gastar combustible adicional, para que profesionales marinos pudieran estudiar al tiburón. Con la ayuda de los Agents Rurals, voluntarios del CRAM y los propios pescadores, se logró remolcar al tiburón y tomar muestras para su estudio. Estas colaboraciones entre pescadores y científicos son esenciales para comprender la salud del ecosistema marino y la adaptación de estas especies a los cambios ambientales.
Reflexión final
Este incidente en el Port de la Selva nos recuerda la riqueza y fragilidad de nuestros ecosistemas marinos. La presencia de especies como el tiburón peregrino en nuestras costas es un indicador de la biodiversidad del Mediterráneo, pero también subraya la necesidad de prácticas pesqueras sostenibles y de una mayor conciencia sobre la conservación marina.